Ayuso denuncia sin pruebas una operación de Estado contra ella y su pareja: “Que condenen a Sánchez por narcotráfico”
La presidenta madrileña hace balance de los dos años de legislatura —sexto de mandato— y pide, como Aznar, que medios, funcionarios y ciudadanos “den su mejor versión” para derrocar al presidente


El oleaje de Isabel Díaz Ayuso contra La Moncloa continúa con más fiereza que nunca. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha pedido este miércoles —en una comparecencia con preguntas y dentro de un discurso de balance de dos años de legislatura, el sexto de mandato— que periodistas, medios de comunicación y funcionarios den su mejor versión para, sin citar, pero en línea con la frase que José María Aznar dijo hace dos años en una conferencia, se derroque a Pedro Sánchez. Es la tercera vez en un mes que Ayuso insiste públicamente en esta tesis. “Esto es la mafia”, ha dicho. “¿Cuánto puede durar?, De ahí las operaciones de Estado. Nos vamos a ver en una situación imposible. Por eso he pedido a cada uno que dé su mejor versión. Que los medios no tengan miedo. Que los funcionarios alcen la voz y pongan pie en pared. Esto ha estallado. España se aboca a una situación nunca vista”.
Minutos después, ha vuelto a defender a su pareja, Alberto González Amador, investigado por un fraude fiscal de 350.000 euros, facturas falsas, corrupción en los negocios y istración desleal. La presidenta ha insistido sin pruebas en que la causa es “una operación fiscal de Estado” contra ella y su entorno. Y, después de que el Tribunal Supremo dijera este martes que “defraudador confeso” —tras la denuncia de González Amador a la ministra María Jesús Montero por estas palabras hacia él— se enmarcan dentro de una “crítica política”, Ayuso ha dicho: “La difamación es posible en España. Que condenen a Sánchez por narcotráfico por lo que ocurre en Canarias [una presunta relación entre un diputado canario y un empresario acusado de liderar una red de narcotráfico en Tenerife]. Esto es una crítica política, esto sí”.
Ha sido una comparecencia calculada al milímetro. Una puesta en escena muy presidencial. Dos teleprónter. Los nueve consejeros en primera fila colocados bajo la dirección de la jefa de protocolo. Una gigantesca televisión con un eslogan en mayúsculas: “96% del programa de gobierno cumplido”, si bien luego ha especificado “o están en marcha”.
De hecho, la confrontación contra Sánchez ha comenzado a los pocos segundos. “Buenos días [...] Madrid vive el mejor momento de su historia, mientras España vive el peor en décadas por decisión del presidente del Gobierno”. El discurso, de poco más de 25 minutos, ha consistido en una comparación constante entre España y Madrid, como si la región fuese un estado en sí mismo. “Somos la única nación cuyo gobierno atenta contra los intereses de su capital [...] la Comunidad de Madrid es luz, respuesta, y gestión. Vivimos nuestro mejor momento económico. Madrid protagoniza los mejores índices económicos [la región creció un 3,3% en 2024 y España un 3,2%]”.
Ayuso ha insistido en que sus consejeros “dan la cara” en “todos los medios”, que comparecen semanalmente en el Parlamento, dando a entender que los ministros del Gobierno no comparecen. “En esta España de Sánchez el fin justifica los medios. Se busca la división en todo. Bandos que no se veían desde la época preguerracivilista”. Sin embargo, la realidad que se vive en la Asamblea madrileña es muy diferente. De hecho, el PP veta en el Parlamento más iniciativas que nunca en la historia del Parlamento regional. Los datos oficiales reflejan que se han tumbado un 30% de los proyectos registrados, cuando el promedio desde 1983 es del 7%.
La presidenta también ha hablado de sus compromisos a largo plazo: la vuelta de la Ciudad de la Justicia (un proyecto que inició Esperanza Aguirre con millones de euros invertidos sin que todavía salga a flote), la Ciudad de la Salud (que ya había presentado dos veces y cinco años después de que lo anunciara), aumento de retribuciones para los sanitarios y nuevas ampliaciones de Metro (la línea 1 conectará la estación de Bambú con Madrid Nuevo Norte). Ha pedido, incluso, una comisión de investigación sobre la pandemia en el Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta. “Pienso que uno no puede analizar la pandemia por regiones, solo por saber si los muertos pesan más. Solo por curiosidad”.
La petición viene tras la investigación abierta hace una semana a dos ex altos cargos sanitarios de la región por la gestión de los centros de mayores durante la pandemia. “Esto se archivó hace tres años”, ha dicho la presidenta. “Ahora lo reabre la Fiscalía provincial [ha sido una jueza], que jerárquicamente depende del señor que ha emprendido una operación de Estado contra mí, y que a su vez este señor depende del presidente del Gobierno”.
La batería de anuncios han sido solapados por el contraste continúo entre Sánchez y su modelo: el ayusismo, que ya camina solo dentro del PP. Lejos queda el capítulo de espionajes interno hacia la presidenta de hace solo dos años, o el enfrentamiento en público del entonces líder popular Pablo Casado (“La cuestión es si cuando morían 700 personas al día se puede contratar con tu hermana y recibir 286.000 euros”) o la guerra interna con José Luis Martínez-Almeida por la presidencia del partido en Madrid. La maquinaria ayusista ha arrasado, seis años después de tocar el poder, con todo tipo de disidentes. Ahora el PP madrileño lleva el sello de Ayuso. Y la batuta del próximo congreso nacional, que se celebrará en Madrid el próximo julio, y donde la presidenta no ha querido decir este miércoles ni una sola palabra. Solo ha aclarado, eso sí, que no tiene previsto dejar la presidencia en 2027. Ayuso tiene cuerda para rato.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad , así podrás añadir otro . Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
