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Montgat, el pueblo catalán que se ha quedado sin playas (y sin ingresos)

El cambio climático se ha llevado buena parte de los arenales del municipio barcelonés, que desde la pandemia pierde un millón de euros al año por la falta de turistas

Playas de Montgat en Barcelona
Alfonso L. Congostrina

Montgat, un municipio de 12.600 habitantes situado a 14 kilómetros de Barcelona, se ha convertido en el epicentro de las consecuencias del cambio climático en la costa catalana. En menos de una década, la población ha perdido casi la totalidad de sus playas. Antes, la línea R1 de Rodalies de Cataluña circulaba en paralelo a la playa pero, ahora, las vías están a escasísimos metros del agua. Arenales como Can Tano, Montsolís y Toldos han desaparecido. Otros como Les Barques ha perdido más del 70% de la arena. La situación es desesperante en un municipio que, hasta hace poco, contaba con el turismo de playa como uno de los ingresos indispensables. El Ministerio de Transición Ecológica tiene sobre la mesa un plan para construir unos espigones sumergidos y evitar que la arena de Montgat siga desapareciendo. Aún así, faltan estudios para empezar a construir la que sería la última oportunidad para que Montgat no pierda sus playas.

Escaleras que no llevan a la playa

Joan lleva 30 años paseando por las playas de su municipio. “Es una pena. Hace décadas la playa era el triple de lo que es ahora”, recuerda mientras se calza las chanclas a la altura de la Riera de la Font. En ese punto no hay ni un grano de arena, de hecho, las escaleras que antes bajaban del paseo marítimo quedan suspendidas en el aire. No hay playa. A solo unos metros de allí, un vigilante de la zona azul aclara lo evidente: “Sin playa, cada vez viene menos gente y, por tanto, son menos los que pagan por aparcar”.

El Área Metropolitana de Barcelona, el ente que gestiona las playas de la zona, presentó en febrero el Estudio sobre las tendencias del cambio climático en las playas de Barcelona. Los datos del informe no son esperanzadores: “El nivel del mar de la costa metropolitana no deja de subir y las olas son cada vez más altas”. Desde 2003 el nivel del mar sube 5,6 mm anuales y la subida en los últimos 25 años es de 14 centímetros. El informe apuntaba a Montgat como el caso más crítico de toda el área metropolitana. Una alarma que lleva ya años siendo motivo de disputa política.

Escasos metros de arena en las playas

Rosa Funtané (ERC) fue alcaldesa de Montgat entre 2015 y 2019. Desde entonces, está en la oposición en el Consistorio. “Pleno tras pleno pedimos explicaciones no sólo sobre la desaparición de las playas sino de la obra en el paseo Marítimo. Instamos a que se hagan cosas porque estamos perdiendo patrimonio y actividad económica sin que haya ningún tipo de reacción del equipo de gobierno”, denuncia.

El portavoz de Montgat En Comú Podem, Daniel Fuentes, también es crítico con la gestión municipal. “Sabemos que el municipio no tiene competencias en las playas pero hay que intentar recuperarlas preservando el impacto medioambiental. Este año el gobierno ha subido un 50% el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Una subida que en parte es porque empiezan a tener servicios deficitarios como la zona azul que ya no recauda lo esperado por que no vienen turistas”, denuncia. Fuentes alerta de que el equipo de gobierno no está planificando correctamente el problema de las playas e intenta compensarlo con la subida del IBI provocando el enfado de los vecinos.

El equipo de gobierno del municipio está formado por una coalición entre PSC, Som de Montgat y Junts. Este viernes, el alcalde, Andreu Absil (PSC), ha visitado las playas junto con la subdelegada del Gobierno en Barcelona, Carmen García-Calvillo y la delegada de Costas, Ana Castañeda. Una visita que ha servido para analizar la situación y valorar la situación del paseo y el frente marítimo del municipio. El primer teniente de alcalde, Raül Abad (SOM), en declaraciones a EL PAÍS ha sido claro: “De las cinco o seis playas que tenía Montgat solo quedan dos. Estamos esperando un proyecto similar al que se realizó en Premià de Mar donde se instalaron espigones sumergidos. El proyecto está redactado, pero, en el Ministerio, están analizando el impacto medioambiental del mismo. Tendremos que esperar todavía dos o tres años para que sea una realidad”.

Dos bañistas bajan a la zona que antes era de playa

El informe de la AMB mantiene que para regenerar mínimamente las playas de Montgat son necesarios 391.383 metros cúbicos de arena (una piscina olímpica tiene 2.500 metros cúbicos). “Además del proyecto con el Ministerio, acordamos con la AMB instalar una manguera y dragar la arena del puerto del Masnou . El problema es que este año, esa arena, se ha trasladado al puerto Balís en Sant Andreu de Llavaneres y el coste de traer la arena es más cara. No tenemos suficiente presupuesto nosotros solos”, lamenta Abad. De hecho, el Consistorio se acaba de gastar 1,5 millones de euros en descontaminar una parte de la zona del litoral para alargar el paseo marítimo. Unos gastos que se realizan sin que – Ibi a parte- se noten otros ingresos. “Desde la pandemia hemos perdido cerca de un millón de euros cada año por la situación de las playas. Antes teníamos cinco chiringuitos y cada uno pagaba 50.000 euros de canon. Ahora no caben los chiringuitos, la gente venía a nuestra playa iba a los restaurantes, pagaban la zona azul… En verano se ingresaba el 80% de los ingresos de la zona azul del año. Ahora no llega al 30%”, lamenta. El presupuesto municipal de Montgat es de 15 millones de euros por lo que la merma de playas se nota. “El Ministerio ha priorizado municipios como Premià y el Masnou y nos está perjudicando”, concluye el primer teniente de alcalde.

Casi no queda arena en las playas de Montgat.

Silvia Capo dirige el restaurante Banys Verge del Carme a pie de playa. “Yo creo que el año pasado teníamos menos arena. Llevamos 97 años con el restaurante y yo sé que el futuro que nos espera no es bueno. No creo que duremos muchas más décadas. Pero, de momento, que nos dejen tranquilos y que vengan los turistas a Mongat”, concluye.

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