‘Un simple accidente’, del iraní Jafar Panahi gana la Palma de Oro y el español Oliver Laxe, el Premio del Jurado de Cannes

Un simple accidente, del iraní Jafar Panahi, se ha alzado con la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Una fábula moral sobre el mal y la venganza a través de la historia de un secuestro por azar: un torturador es capturado por una de sus víctimas cuando lo reconoce por cómo arrastra su pierna metálica. El cineasta aterrizó en Cannes después de varias condenas de cárcel, 15 años sin poder salir de Irán y con una película rodada en Teherán de forma clandestina. “Estamos aquí con los que sufren, no por una cuestión política, sino por humanidad”, ha dicho Juliette Binoche, presidenta del jurado, al anunciar el premio.

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Sentimental Value, del noruego Joachim Trier, ha ganado el Gran Premio del Jurado con su retrato familiar sobre el conflicto entre un padre, célebre director de cine en decadencia, y su hija, una actriz depresiva, a la que reclama para rodar una película autobiográfica sobre su madre, que se suicidó tras ser torturada por los nazis.

Oliver Laxe (París, 43 años) ha ganado el Premio del Jurado en el Festival de Cannes por Sirât, el drama de un padre (Sergi López) que, acompañado por su hijo pequeño, busca en el universo de las raves a su hija veinteañera. El cineasta gallego ha compartido el galardón con Sound of Falling, de la alemana Mascha Schilinski. “Viva la diferencia, vivan las culturas y viva el Festival de Cannes”, ha dicho el cineasta gallego al recoger un reconocimiento que simboliza la medalla de bronce en el certamen.

“Quería hacer una película que agitara al espectador, que lo removiera, que rascara en su interior. Invitar al espectador a un viaje que además fuera físico, con sus peripecias, entretenido. Que tuviera su espectáculo. Como esas películas que nos gustan del cine americano de los años setenta”, explicaba desde Cannes en una entrevista con EL PAÍS. “He intentado que Sirât conecte con este tiempo, con los miedos y los sueños de nuestra generación. Vivimos un eco del fin del mundo, un olor a crepúsculo que se junta con las ganas de que surja un nuevo mundo".

El Premio Especial es para Resurrection de Bi Gan, un viaje por la historia del cine a través de los sueños de un personaje-monstruo, Fantasmer, que lleva dentro todas las películas posibles. Durante 160 minutos, el espectador recorre un siglo de cine a través de diferentes géneros, técnicas y lenguajes. “Gracias a los que le dedican tiempo al cine en tiempos de graves dificultades para las películas”, ha dicho el cineasta chino al recoger el galardón.

El galardón al mejor actor se lo ha llevado Wagner Moura por su papel O Agente secreto, del brasileño Kleber Mendoça Filho, que se ha llevado el premio a mejor director. Un retrato de la dictadura brasileña a través de un thriller político muy coral en el que emerge una reflexión sobre la desmemoria del presente. El intérprete no ha acudido a la gala a recoger el premio entregado por la actriz Rosi de Palma. Nadia Melliti ha recibido el premio a mejor actriz por La petite dernière de Hafsia Herzi, delicada adaptación del relato de iniciación lésbico de Fatima Daas.

El mejor guion ha recaído en el filme Recién nacidas, de los veteranos hermanos Dardenne. La Palma de Oro ha sido para el cortometraje I’m Glad You’re Dead Now, de Twafeek Baron. Y la Cámara de Oro para la mejor primera película de un cineasta: The President´s Cake, de Hasan Hadi. “Es un reconocimiento a la historia de Iraq, primer galardón en la historia de Cannes para este país”, ha dicho el cineasta.