Petro se acerca a China en medio de los desencuentros con Trump
El presidente de Colombia viaja al gigante asiático con la idea de sumarse a la Nueva Ruta de la Seda en plena guerra arancelaria


Gustavo Petro prepara una apuesta arriesgada. El presidente de Colombia estrenará la semana que viene la Presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) con un viaje a Pekín. Allí tendrá lugar la cuarta reunión de ministros de Exteriores del Foro Celac-China, con el propósito manifiesto de estrechar lazos con el gigante asiático a pesar de los temores de irritar a Estados Unidos, su principal socio comercial y militar, en plena guerra arancelaria desatada por la istración de Donald Trump. “América Latina debe abrirse a todo el mundo. Dialogará con China y la Unión Europea”, ha dicho el mandatario colombiano. En Pekín lo acompañarán el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el chileno Gabriel Boric, pero la posición de Bogotá en el gran pulso geopolítico entre las dos potencias es particularmente sensible.
El primer presidente de izquierdas de la Colombia contemporánea ha informado que tiene la intención de sumarse de algún modo a la Iniciativa de La Franja y la Ruta, el nombre oficial de la Nueva Ruta de la Seda, la gran apuesta china para aumentar su influencia global, que ya incorpora a más de un centenar de países, una veintena en América Latina. El anuncio ha crispado los ánimos. Su alcance y repercusiones aún son motivo de debate, con opiniones divididas. Petro ya visitó a su homólogo Xi Jinping en octubre de 2023, pero entonces no llegó a concretar el acuerdo de intención que ahora sí se propone firmar. “Los próximos gobiernos verán si pasa de la intención a la realidad”, defendió esta semana para atajar las críticas.
La canciller, Laura Sarabia, había convocado para el jueves una reunión de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores –un órgano consultivo al que son invitados, entre otros, todos los expresidentes vivos–, para abordar ese notable giro diplomático. Pero Petro la desautorizó de plano, al recordar con vehemencia durante un discurso que él es “el jefe de las relaciones exteriores de Colombia”. La Cancillería acabó por cancelar la reunión “por instrucciones del señor presidente”, informó en un escueto comunicado. “Estados Unidos debe seguir siendo un socio estratégico, un socio comercial para Colombia, y a eso seguiremos apostándole. Pero eso no significa que Colombia no pueda mirar hacia otros escenarios”, matizó Sarabia.
Bogotá es un aliado tradicional de Washington, pero la corta relación del Gobierno de Petro con la istración Trump ha estado sembrada de desencuentros. Entre otras, es el mayor afectado del continente con los recortes a la agencia de cooperación USAID. En enero, la economía colombiana se asomó al precipicio cuando el republicano la amenazó con su garrote arancelario, después de que Petro devolvió dos aviones con deportados colombianos que venían esposados. Esa primera crisis se resolvió en menos de 24 horas gracias a la mediación de diplomáticos, expresidentes y empresarios, pero evidenció la necesidad de diversificar las relaciones de Colombia con el mundo. El intercambio de bienes y servicios entre los dos países alcanzó 36.700 millones de dólares en 2024, con un superávit de 1.300 millones de dólares a favor de Estados Unidos.
El Gobierno de Petro, en cualquier caso, ya había anunciado en octubre su propósito de sumarse a la Iniciativa de La Franja y la Ruta, el megaprograma de infraestructuras con el que China busca conectarse al mundo, a la espera de la negociación correspondiente. El mandatario ha mantenido una relación cordial, y nombró embajador al cineasta Sergio Cabrera, con profundos lazos con la República Popular China. Como en el resto de la región, la influencia china está al alza y su imagen ha repuntado (ver gráfico). Los proyectos más grandes de infraestructura en transporte y minería en los últimos años han ido a empresas del gigante asiático, entre ellos la primera línea del metro de Bogotá. El intercambio mueve unos 17.000 millones de dólares al año, pero con evidentes desequilibrios. Colombia exportó 2.377 millones de dólares en 2024 e importó 15.936 millones de dólares.
“El eventual acercamiento debe estar guiado por una pregunta fundamental: ¿qué ganamos y qué arriesgamos? Las decisiones deben sustentarse en realidades comprobables, no en expectativas aún por materializar”, señala la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, María Claudia Lacouture. “En un contexto de alta sensibilidad geopolítica y comercial, donde Estados Unidos expresa preocupaciones frente a la expansión de China en la región, todo gesto político de alto nivel requiere una evaluación responsable, basada en el interés nacional y en una visión de largo plazo”, añade la también exministra de Comercio.
Aunque la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores no llegó a reunirse, el episodio permitió ventilar opiniones encontradas. “Mi Gobierno nunca estuvo de acuerdo con suscribir a Colombia en esa iniciativa”, manifestó el expresidente de derechas Iván Duque (2018-2022), antecesor de Petro. “Podría no solamente fracturar y hacer añicos 200 años de relación con los Estados Unidos, sino poner en grave situación los intereses de nuestro país”, advirtió. Varios observadores recuerdan el caso de Panamá, que se retiró de la Franja y la Ruta en febrero ante las presiones estadounidenses para limitar la influencia china en el Canal de Panamá.
En la dirección opuesta se pronunció otro expresidente, Ernesto Samper (1994-1998). Gústele o no le guste a Estados Unidos y a los gremios, el viaje de Petro es “una oportunidad histórica para que nuestro país ingrese a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), que busca aumentar el comercio, las inversiones, la financiación y la cooperación entre China, Asia y el resto del mundo”, destacó Samper. “Como presidente de la Celac, podría presentar una serie de iniciativas que le interesan a la región, como la diversificación de su comercio, en momentos en que Estados Unidos cierra puertas a nuestras exportaciones”, valoró, además de avanzar en programas claves como la transición energética, una nueva arquitectura financiera que incorpore al banco de los BRICS o el desarrollo de obras de infraestructura, entre otras. “No podemos meterle ideología a las relaciones internacionales”, advirtió.
Petro no lo ha vendido como si fuera un paso concertado, pensado o estratégico, apunta Sergio Guzmán, director de la consultora Colombia Risk Analysis. “Debería ser una decisión de Estado, y trascender al Gobierno de Gustavo Petro como fruto de un consenso en que sea beneficiosa para el país. El presidente no se ha concentrado en labrar eso, sino en hacerlo como un capricho personal, una revancha por su enfrentamiento con Trump”, apunta el analista. Señala también que ha cercenado esfuerzos por escuchar a los empresarios o a sectores de la oposición que piden más prudencia. Petro ha tratado de perfilarse como un líder que habla en nombre de Latinoamérica, pero su discurso es divisivo, apuntilla.
La visita del presidente a China “debe fomentar las relaciones diplomáticas, al tiempo que preservar nuestra autonomía estratégica e intereses nacionales, sobre la base de un amplio consenso nacional”, coincidió el Consejo Colombiano de Relaciones Internacionales (CORI), en el que participan varios excancilleres, en un comunicado. “Nuestra política exterior debe ser ejercida a partir de la construcción de un amplio consenso nacional y un diálogo plural y fluido con diferentes actores de la sociedad civil, el sector privado y la academia”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad , así podrás añadir otro . Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
