Miami le da la espalda a Marco Rubio, su hijo pródigo en Washington
El primer secretario de Estado latino liquida su capital político en Florida por la política migratoria de Trump y la eliminación del TPS a los venezolanos


Los venezolanos y cubanos de Miami tienen razones para creer que Marco Rubio, su hijo pródigo en Washington, les ha dado la espalda. Desde que fue nombrado secretario de Estado del segundo gobierno de Donald Trump, Rubio ha ido abandonando algunas de las causas que antes le habían granjeado popularidad entre ambas diásporas, como el apoyo a los alivios migratorios que les permitían vivir y trabajar en el país, y la promoción de políticas de “mano dura” contra los regímenes de Venezuela y Cuba. Ahora, a la vez que el político miamense consolida su poder como emisario de Trump en el mundo, en casa, y según el dicho caribeño, Marco Rubio tiene el rancho ardiendo.
Nacido en Miami en 1971, de una familia de exiliados que huyó de la Revolución Cubana, Rubio fue el primer integrante del gabinete de Trump en ser confirmado por el Senado y, además, con el voto favorable de ambos partidos. Hasta entonces, Rubio era reconocido como uno de los mayores defensores de los programas de estatus temporal (TPS) que han protegido a unos 600.000 inmigrantes venezolanos en Estados Unidos de la deportación, y como promotor de sanciones contra el chavismo y el castrismo que gobiernan Venezuela y Cuba, tanto durante su gestión como senador republicano como en su breve campaña por la candidatura presidencial en 2016.
En su papel como secretario de Estado, Rubio defiende ahora la eliminación del TPS para los venezolanos y los recortes a la ayuda internacional en países latinoamericanos que sufren bajo regímenes dictatoriales. Ni sus colegas -numerosos políticos republicanos locales se han mostrado en contra- ni su propia comunidad lo reconocen.
Durante una comparecencia ante el Senado este martes, el demócrata Chris Van Hollen, que votó a favor de su confirmación como secretario de Estado, le reprochó sus cambios de postura. “No siempre estuvimos de acuerdo, pero creo que compartimos algunos valores comunes: la convicción de defender la democracia y los derechos humanos en el extranjero y honrar la Constitución en casa. Por eso voté para confirmarte. Creí que defenderías esos principios. No lo has hecho. Has hecho lo contrario”, dijo el senador durante la audiencia televisada. “Su abuela debe estar revolviéndose en su tumba (...) Ella no escapó de un régimen cruel para que su nieto pudiera fomentar uno”, comentó la televidente Kelly Grimes en el post de CBS en Instagram sobre la intervención.
Rubio trató de navegar las críticas con un mensaje imposible para los migrantes venezolanos: “Las personas que han recibido el TPS solicitarán el proceso de asilo. Y creo que muchas de ellas, si no la mayoría, tendrán solicitudes de asilo muy creíbles”, dijo a pesar de que en este momento proliferan los casos de solicitantes de asilo que han sido deportados y las aprobaciones están bajo mínimos.
El diario Miami Herald y la radio pública del sur de Florida también le dedicaron este jueves sendos editoriales al primer secretario de Estado latino que ha tenido el país. “Rubio usó a los venezolanos en su ciudad natal para obtener beneficios políticos. Ahora, los ha traicionado”, dice el titular del diario, que pide a Rubio que utilice su elevada posición en la istración de Trump para ayudar a los miles de venezolanos beneficiarios del TPS que ahora corren riesgo de deportación. “Los venezolanos y otros grupos de migrantes ven que líderes como Marco Rubio ya no los respaldan, porque hoy en día, aumentar las deportaciones importa más que fortalecer la democracia”, escribió el editor para las Américas de la emisora WLRN, Tim Padgett.
Las principales autopistas de Miami han empezado a llenarse de vallas publicitarias con mensajes contra Rubio y los senadores republicanos que han respaldado las políticas migratorias de Trump en el Congreso, en detrimento de las comunidades migrantes de países como Venezuela, Cuba y Nicaragua. “El pequeño Marco vendió a todos los venezolanos. Él le dijo a Trump que acabara con el TPS. Es un traidor de todos los que huyen de las dictaduras”, dice una de estas billboards, patrocinadas por una organización que se hace llamar Keep Them Honest, aludiendo al apodo que el propio Donald Trump acuñó contra Rubio cuando ambos competían por la candidatura republicana para las presidenciales de 2016.
En aquella época, el miamense también tenía otra opinión sobre Donald Trump y sobre la amenaza que, en su opinión, representaba para la democracia estadounidense y para los valores del Partido Republicano. “El partido de (Abraham) Lincoln y (Ronald) Reagan y la presidencia de Estados Unidos nunca será ocupada por un estafador”, decía el Rubio de entonces. Luego vino la reconciliación y lo demás es historia.
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