La historia del avión presidencial José María Morelos y Pavón, en imágenes

El avión presidencial José María Morelos y Pavón fue adquirido a finales de 2012 por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa. La aéronave, un Boeing 787 Dreamliner, fue entregada hasta febrero de 2016 y estrenada por Enrique Peña Nieto. En la imagen, Peña Nieto ofrece una conferencia de prensa a bordo del José María Morelos y Pavón, en 2016.

Con una capacidad para 84 pasajeros, el primer vuelo que realizó el avión presidencial fue el 10 de febrero de 2016 entre el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México y el Aeropuerto Internacional de Hermosillo (Sonora), en un acto para conmemorar el 101 aniversario de la Fuerza Aérea Mexicana. En la imagen, Peña Nieto junto a funcionarios de su Gobierno durante el primer vuelo del José María Morelos y Pavón. Presidencia

En un principio, la aeronave costó 114 millones de dólares, sin embargo, debido a las adecuaciones que se le hicieron, la suma asecendió a los 218,7 millones de dólares. En la imagen, vista exterior del frente del avión presidencial.

Desde su adquisición, el avión fue fuertemente criticado por estar cargado de lujos. Sus críticos, entre ellos el entonces opositor Andrés Manuel López Obrador, aseguraban que el interior del Dreamliner es más parecido al de un hotel de lujo que al de un medio de transporte oficial. En la imagen, la habitación presidencial del José María Morelos y Pavón.

Vista de uno de los baños del avión presidencial, con acabados de marmol y un retrete de última generación.

La oficina presidencial al interior del José María Morelos y Pavón.

Durante el mandato de Peña Nieto, la aeronave realizó 214 operaciones y acumuló 600.000 kilómetros de vuelo. Su último viaje fue a la Cumbre del G20 en Buenos Aires, del 30 de noviembre al 1 de diciembre de 2018. En la imagen, la cavina del avión presidencial.

Un día después de asumir la presidencia, el 2 de diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador anunció que vendería la aeronave, algo que desde su campaña había prometido al haberla tildado de opulente y excesiva. En la imagen, López Obrador ofrece una conferencia junto al Boeing 787, en julio de 2020.

El avión fue enviado a un hangar en San Bernardino, en California (EE UU). Ahí permaneció durante 12 meses, tiempo en el que se identificaron 42 compradores potenciales y se gastaron cerca de 30 millones de pesos en almacenaje.

López Obrador rechazó numerosas ofertas por la aeronave, esto debido a que no quería venderlo a un precio menor del que tuvo al adquirirlo. Al no encontrar un comprador que pagara la cantidad justa, el mandatario optó por traer de vuelta el avión a México y "rifarlo". En la imagen, una 'gritona' de la Lotería Nacional durante la rifa del Boeing 787, el 15 de septiembre de 2020. GUSTAVO GRAF MALDONADO (Reuters)

Con esta rifa, no se entregó la aeronave a un afortunado entusiasta de los sorteos, sino que fueron distribuidos 100 premios de 20 millones de pesos, algo que, según López Obrador, equivalía a lo que se había gastado en el avión. Cada boleto de lotería costó 500 pesos, y se vendieron alrededor de seis millones de 'cachitos'. En la imagen, una piñata de López Obrador sosteniendo el avión presidencial y un boleto de la rifa, en la ciudad de Reynosa (Tamaulipas). Daniel Becerril (Reuters)

El 20 de abril de 2023, la aeronave fue comprada por el Gobierno de Tayikistán, una de las cinco ex repúblicas soviéticas de Asia central. Tras cuatro años de idas y vueltas, el Boeing se vendió por 92 millones de dólares, 126 millones menos de lo que se había gastado en él. “Después de mucho tiempo se logró vender este avión”, celebró el presidente mexicano, en un mensaje a bordo. “Estamos contentos, como los nuevos ricos”, agregó. En la imagen, López Obrador y el director de Banobras, Jorge Mendoza, anuncian la venta de la aeronave a Tayikistán. MEXICO PRESIDENCY (via REUTERS)

Tras la venta, el presidente mexicano aseguró que las autoridades tayikas depositaron el dinero en la cuenta bancaria del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) y que el monto de la venta iba a invertirse en la construcción de dos hospitales en dos de las zonas más pobres de México: Tlapa (Guerrero) y Tuxtepec (Oaxaca), en el sur del país. Las clínicas serán construidas por la Secretaría de la Defensa Nacional. En la imagen, un soldado posa para una foto frente al avión presidencial. HENRY ROMERO (Reuters)