Las imágenes de la frontera entre México y EE UU tras el fin del Título 42

A las 21.59 en punto de este jueves, hora de El Paso, finalizó el Título 42, una medida temporal decretada por Donald Trump para detener el avance de la pandemia que permitía la expulsión en caliente de migrantes sin un debido proceso. En la imagen, una familia de Honduras espera a las afueras del campamento de migrantes ubicado en la puerta 42 del muro fronterizo entre Estados Unidos y México, en Ciudad Juárez, la noche del 11 de mayo de 2023.Nayeli Cruz

En lugar del Título 42, seguirá en vigor el Título 8. El cambio trae en la práctica un endurecimiento de las condiciones para lograr el asilo de consecuencias aún impredecibles. En la imagen, migrantes resguardados por la Custom Border Patrol (CBP) en un campamento improvisado entre los dos muros que dividen Tijuana (México) de San Diego (Estados Unidos).

Al finalizar el Título 42, no sobrevino la invasión que durante meses vaticinaron las voces más extremas del Partido Republicano. Todo lo contrario. En la atareada puerta 42, situada a unos 18 kilómetros al Este de El Paso, uno de los puntos más calientes de la frontera, reinaba la inquietante calma de la noche en el desierto mientras unos 400 migrantes que se habían entregado a los patrulleros estadounidenses esperaban al otro lado a su “procesamiento”. En la imagen, una migrante venezolana escucha una nota de voz mientras espera para cruzar la frontera y entregarse a las autoridades estadounidenses, en Ciudad Juárez. Nayeli Cruz

A diferencia de las reglas del Título 42, que preveía expulsiones rápidas pero sin consecuencias legales, el Título 8 permite a los solicitantes de asilo permanecer en suelo estadounidense mientras se revisa su caso. Sin embargo, acarrea consecuencias tan graves como la prohibición de volver a intentar entrar durante al menos cinco años a aquellos a los que se les niegue el apoyo. En la imagen, dos migrantes piden comida a través del muro fronterizo que separa Tijuana de San Diego.Gladys Serrano

Ante la incertidumbre de lo que pudiera ocurrir con el final del Título 42, durante las últimas semanas los migrantes llegaron a la frontera en cantidades récord. En la imagen, una mujer migrante descansa dentro de una tienda de campaña en un albergue en Tijuana.

Las autoridades calculan que 60.000 personas aguardan en estos momentos para dar el salto de México a Estados Unidos. Algunos medios fijaron esa cifra en torno a 150.000. En la imagen, un elemento de la Guardia Nacional mexicana vigila el muro fronterizo entre Tijuana y San Diego.

La frontera entre México y EE UU, una línea de 3.200 kilómetros de longitud, ha estado blindada estos días por unos 24.000 agentes. En la imagen, un grupo de migrantes venezolanos alumbrados por las luces de un coche patrulla, en Ciudad Juárez.

Los migrantes que quieran solicitar asilo y puedan demostrar que tienen motivos para ello (porque sean víctimas de persecución política, del acoso de la violencia o porque su vida corre peligro en sus países de origen) están obligados a pedirlo antes de emprender su travesía mediante una aplicación para móviles llamada CBP One. Si llegan a Estados Unidos sin haber cumplido con ese requisito, acabarán deportados. En la imagen, una mujer consulta la aplicación CBP One en su teléfono móvil, dentro de un albergue para migrantes en Ciudad Juárez. Gladys Serrano

Los migrantes a los que les sea denegado el asilo y sean descubiertos tratando de ingresar nuevamente al país, se exponen a penas en prisiones estadounidenses. En la imagen, una familia venezolana descansa antes de cruzar la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso.

A partir de este viernes, las devoluciones serán “inmediatas”, prometió el secretario de Seguridad estadounidense, Alejandro Mayorkas, y rumbo a los países de origen siempre que sea posible. No lo será en el caso de los ciudadanos de Venezuela, Cuba, Haití o Nicaragua, países con los que no existen acuerdos de devolución, y para los que el Gobierno de Biden ha pactado con el de Andrés Manuel López Obrador que permanezcan en México. En la imagen, elementos de la Guardia Nacional mexicana vigilan el Río Bravo, en Ciudad Juárez.Nayeli Cruz