Detenido un hombre en Barcelona por grabar con gafas inteligentes a cientos de chicas sin su consentimiento

Un joven ha sido detenido en Barcelona por vulnerar la privacidad de chicas a las que abordaba por la calle y grababa sin su consentimiento con la intención de practicar “técnicas de seducción”. El chico subía luego los vídeos a TikTok e Instagram para promocionar su curso para ligar, que costaba 3.000 euros más una cuota mensual de 45. La novedad del caso es que muchos de los vídeos eran grabados “con una cámara oculta, que probablemente estaba ubicada a la altura de sus ojos“, dice la Policía Nacional en un comunicado. La mujer que interpuso la denuncia argumenta que fue abordada por el detenido en la vía pública, mantuvo una conversación con el individuo en la que reveló datos personales e íntimos y a posteriori, el investigado le realizó tocamientos y trató de besarla en dos ocasiones.

​​EL PAÍS ha podido confirmar con fuentes relacionadas con la detención que efectivamente las grabaciones se hacían con unas gafas inteligentes. La chica que denunció al joven por revelar información se sorprendió de que, a pesar de ser por la tarde-noche, el detenido llevara unas gafas de sol puestas. Cuando le preguntó repetidamente por qué las llevaba, el detenido le respondió que iban bien con su indumentaria. El vídeo de la denunciante había alcanzado 700.000 visitas en TikTok.

​​El modelo más popular de estas gafas son las Meta Rayban, que cuestan 329 euros, y que comercializa la empresa de Mark Zuckerberg. Este tipo de gafas tienen una cámara en la parte delantera, micrófono y altavoces. Por defecto, estos dispositivos emiten una luz blanca parpadeante cuando graban, pero en Youtube y otras redes hay tutoriales sencillos sobre cómo ocultar esa luz con cinta aislante negra para grabar sin ser visto.

​​Fuentes encargadas del caso no conocen de ningún otro caso similar en el que se hubiera usado este tipo de gafas inteligentes, al menos en Barcelona. La Policía analizó los 239 vídeos de entrevistas de entre 1 y 3 minutos, que estaban entre los 329 que el joven había publicado en sus perfiles: “En ninguno de ellos vimos que una chica hiciera un gesto o comentario sobre una posible grabación”, dicen fuentes del caso, lo que reforzaría la idea de que usaba las gafas camufladas para filmarlas. Los vídeos eran editados, con lo que en algún caso ese gesto pudo haber sido ocultado. La mayoría de víctimas, alrededor de un 85%, eran de origen extranjero.

​​Los datos privados de las mujeres abordadas sin su consentimiento incluyen los vídeos van desde nacionalidad, lugar de residencia, el motivo de su visita a Barcelona a qué se dedica y sus gustos, o comentarios sobre su vida a rutinas cotidianas, como zonas habituales, medios de transporte o incluso visitas médicas. En el caso denunciado el joven realizó tocamientos a la chica e intentó besarla dos veces.

El perfil en redes sigue abierto, pero la Policía no ha revelado el nombre de la cuenta. “Se dedicaba a vender técnicas de seducción y para promocionarse publicaba este tipo de vídeos para generar confianza y perder vergüenza”, dicen fuentes de la Policía. Una parte del reclamo para suscribirse era ver los vídeos completos sin edición o presuntas segundas partes.

​​No todos los vídeos publicados en redes están grabados desde la misma perspectiva. “Casi la totalidad, pero en algunos se le ve”, dice la Policía. En algunos se ve al detenido interactuar con las chicas por haber sido grabado discretamente a unos metros de distancia. Pero los más recientes, según la Policía, ya fueron grabados con las gafas. Después de acercarse a las jóvenes por la calle, buscaba algún rincón tranquilo para hablar, como un banco en un parque. “Abordaba una chica, hablaba de cosas livianas, busca un sitio de la vía pública algo más privado y le pregunta cosas de su vida personal”, explican fuentes de la Policía.

​​La Policía no ha podido confirmar el modelo de gafas usado porque la detención no ha requerido registro y no las llevaba puestas en el momento de la acción policial. Estas gafas han sido usadas en experimentos para demostrar sus peligros para la privacidad, ya que en breve incluirán inteligencia artificial que podrán incluso dar detalles sobre las personas o lugares que se ven.