La elevada abstención en Venezuela reafirma a María Corina Machado frente al bloque opositor que optó por participar
El llamamiento de la dirigente a boicotear los comicios parlamentarios y regionales pudo más que el de Henrique Capriles y Stalin González, que se presentaron
Las elecciones parlamentarias y de gobernadores en Venezuela de este domingo dejaron tres mensajes centrales: un altísimo índice de abstención (oficialmente, un 58%, aunque cálculos de firmas encuestadoras privadas manejan porcentajes más elevados); la cómoda victoria obtenida por el chavismo; y la abrupta caída del sector de la oposición, integrado entre otros por Henrique Capriles y Stalin González, que llamaron a participar en los comicios. La escasa afluencia avaló la estrategia de María Corina Machado, que se consolida como principal dirigente de la oposición al presidente Nicolás Maduro.
La candidatura Unidad y Cambio, -formada por el partido Un Nuevo Tiempo y la corriente de Primero Justicia que se marchó de ese partido siguiendo a Capriles-, apenas obtuvo 285.000 votos, el 5,18% del total a escala nacional. Capriles no era el principal candidato de Unidad y Cambio, pero sí su referente público fundamental. Ni siquiera Manuel Rosales, una de las cartas con mayor arraigo de esta alianza, actual gobernador en funciones, pudo retener la plaza del estado Zulia, un bastión tradicional de la oposición.
Los grupos opositores que participaron en las elecciones solo obtuvieron 1 gobernador de los 24 posibles. Se trata de Alberto Galíndez, en el estado Cojedes, una entidad federal de los llanos venezolanos con poca relevancia en la política interna.
La candidatura Unidad y Cambio, que presentó en sus listas reconocidos voceros de las corrientes opositoras -además de Capriles, Juan Requessens, Jesús Chuo Torrealba, Stalin González o Tomás Guanipa- tiene hasta el momento tres diputados, incluyendo a Capriles y González, y terminó sacando menos votos que la Alianza Democrática, una plataforma de fuerzas opositoras con presencia tradicional en el Parlamento y relaciones políticas con el chavismo. La Alianza Democrática, segunda fuerza del hemiciclo, terminó con 344.000 votos y 6,2% de los votos. El otro grupo opositor que obtuvo alguna figuración fue Fuerza Vecinal, que obtuvo poco más del 2% de los votos.
A diferencia de lo que ha sucedido en otras ocasiones, el índice de abstención de estas elecciones, -el dato más relevante de esta consulta- no es precisamente el producto de una actitud apolítica espontánea o un desinterés extendido sin orientación. Ha sido, en buena medida, el resultado de un llamado directo hecho a la ciudadanía, abiertamente reivindicado por Machado desde la clandestinidad.
“Más del 85% de los venezolanos desobedecimos a este régimen y dijimos no”, declaró la veterana política luego de conocerse los resultados. Al margen de la exactitud de ese dato, el propio Consejo Nacional Electoral (CNE) reconoció una estrepitosa abstención frente, por ejemplo, a la participación del 58% registrada en las presidenciales del pasados mes de julio. “Fracasó la estrategia del terror del régimen. Creyeron que a punta de amenazas iban a doblegar a la gente, y eso lo que provocó fue más rabia. Hasta los empleados públicos se han quedado en casa y dijeron que no”.
En el cosmos de las corrientes opositoras, Machado -que ganó las elecciones primarias del 23 de octubre de 2023 con el 91% de los votos, y en cuestión de dos semanas colocó a un desconocido Edmundo González Urrutia en el 70% de intención de voto, según los sondeos de opinión- sigue teniendo una autoridad muy clara en la población, aún a pesar de no haberse podido concretar la transición a la democracia en el país.
Por esa razón, el resto de los partidos de la Plataforma Unitaria -Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular, Encuentro Ciudadano-, si bien no tiene muchas coincidencias políticas con ella, la sigue acompañando en todas sus decisiones.
“Este era un resultado previsible”, declaró Capriles en su cuenta personal de X razonando sobre lo sucedido. “Ganó la abstención, y con ella el régimen y quienes la promovieron”, agregó, aludiendo a Machado y sus aliados. “Fue un proceso marcado por la desconfianza, la decepción, la rabia, el miedo sembrado. El régimen, y otros, hicieron todo para que la abstención fuera la gran protagonista, y lo lograron. El régimen lo celebra”.
Hace más de una década, en las elecciones primarias abiertas a la ciudadanía que organizó la oposición venezolana en 2011, el panorama era completamente opuesto al actual: Capriles controlaba las simpatías de las mayorías, y obtuvo el 64% de los votos de aquella consulta. Mientras, Machado, en tercer lugar, apenas obtuvo el 3,2%. En su careos electorales frente a Hugo Chávez, en 2012, y frente a Nicolás Maduro en 2013, Capriles había llegado a obtener siete millones de votos, y hasta el 49% del total en Venezuela.
La ruptura política entre estas dos corrientes en la oposición (una decidida a participar en las elecciones, liderada por Capriles y Rosales, y otra más intransigente en sus demandas con el chavismo, alineada con Machado) parece definitiva. El detalle es que una de las dos, la que lidera Machado, es muchísimo más grande que la otra, y es la que tiene audiencia en una población irritada y decepcionada.
Mientras tanto, en el oficialismo el tono era de fiesta. El Gran Polo Patriótico, la alianza de partidos del chavismo, obtuvo el 82% del total de los votos; controlará de nuevo el hemiciclo legislativo a placer y tendrá de su lado a 23 de los 24 gobernadores del país. Para los líderes de la revolución bolivariana, la tranquilidad de la jornada del 25 se debió a la detención de los 70 ciudadanos del día anterior, casi todos militantes de la oposición, puesto que permitió desmantelar supuestos planes conspiragivos.
Como ya ha sucedido en el pasado, la alta abstención es un fenómeno que estorba, pero no impide al Gobierno chavista amurallarse en sus consignas, omitiendo los datos de la realidad en torno al descontento político existente en el país. Ni la abstención, ni los procedimientos del Consejo Nacional Electoral en las pasadas elecciones presidenciales, fueron aspectos a tomar en consideración por nadie en el debate público local. El presidente del CNE, Elvis Amoroso se declaró “profundamente orgulloso” de la gestión de esta consulta.
“Ha sido una gran victoria, que indica que el chavismo está más fuerte y más vigente que nunca”, dijo Maduro frente a sus seguidores. Jorge Rodríguez, jefe del comando de campaña oficialista, comentó que “de manera estúpida”, sectores de oposición habían llamado a la abstención. “Ha ocurrido exactamente lo contrario a lo que estaban buscando”, sentenció.
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